Si estás dándole vueltas al tema de la sostenibilidad en tu empresa o en tu negocio, acabas de llegar al post adecuado.

En las próximas líneas te contaré los secretos para poder tener un negocio verde, una empresa eco, con todo lo necesario para poder acercarte a ese nuevo perfil de consumidor que busca un producto ecofriendly o un servicio sostenible.

Si sigues mis consejos, en muy poco tiempo podrás compararte con cualquier líder de sostenibilidad y competir en su mercado.

Conviértete en sostenible de forma fácil, rápida y sencilla con estos 4 pasos.

VALEEEEEEEEEEEEEEEE

STOP

Lo siento, pero era todo postureo.

Si has llegado hasta aquí creyéndote todo lo que he dicho, lo siento pero ¡HAS PICADO!

No es por decepcionarte, pero la realidad es que nada en esta vida se consigue de forma fácil, rápida y sencilla y mucho menos aún con 4 pasos.

Al igual que no es posible (ni sano) perder 10 kilos en un mes (bueno, posible es, pero a costa de muchas cosas y con posibles pésimas consecuencias), tampoco uno puede transformar su negocio hacia la sostenibilidad de forma mágica y rápida.

Lo he dicho muchas veces y seguiré insistiendo en ello: la sostenibilidad no es un objetivo, es un camino. Un camino que hay que recorrer poco a poco y no dando nuevos pasos hasta que tengamos bien afianzados los pies en el punto anterior.

¿Te pondrías a levantar pesas de 20 kilos si no has probado primero que puedes con las de 5? Yo no, y espero que tú tampoco.

El asunto es que parece que todo el mundo se está volviendo sostenible así como mágicamente. De repente son todos «green» o eco o dios sabe qué. Normalmente eso a mi me causa desconfianza y no sólo me ocurre a mí, también a muchos de esos clientes que pretenden atrapar con sus proclamas ecológicas.

Entonces, ¿tan difícil es ser sostenible?

Pues la verdad es que no. Pero hay que ponerse. No existen fórmulas mágicas. Tampoco existen vías o estrategias estandarizadas (lo que complica y al mismo tiempo hace que realmente disfrute a tope de esta profesión), aunque sí hay algunas pautas comunes que se pueden seguir.

¿Quieres saberlas? Pues a mi modo de ver, qué casualidad (que no, que puse el número del título adrede 😉 ) , hay 4 principales:

  1. Tener muy claro qué haces, cómo funciona (o funcionará, si estás emprendiendo) todo tu negocio. Cuanto más sepas de tus procesos, los pasos que sigue tu cadena de producción, a quién compras, a quién compran tus proveedores para dártelo a ti, tus materias primas, cómo usan tus clientes tu producto o servicio, etc., muchísimo mejor.
  2. Conocer muy, muy bien a tus clientes y a tus grupos de interés. Escucha a tu público, se dice, pues con los clientes y stakeholders igual. Habla con ellos, entiéndeles, comprende lo que buscan y esperan de ti (y te recomiendo que empieces por los más cercanos: tus empleados).
  3. Descubrir qué impactos positivos y negativos generarás con tu actividad. Que no todo lo que haces es malo para el medio ambiente. Seguro que a poco que rasquemos encontramos cosas que haces bien. Utilízalas de base para empezar a desarrollar tu estrategia de sostenibilidad. Y respecto a los impactos negativos, conócelos bien, entiéndelos y mídelos. Luego ya iremos viendo qué podemos ir haciendo con cada uno, que es lo que dice el punto siguiente.
  4. Decidir qué hacer con esos impactos y cómo plantear tu forma de actuar con cada uno. Cuando tengas todo claro es hora de tomar decisiones, de actuar (o no) en consecuencia. De plantear tu plan de acción sostenible, si es necesario.

Así es como se empieza a plantear la sostenibilidad en cualquier negocio. ¿Te parece mucho, difícil, no tienes tiempo? No te preocupes, estoy aquí para ayudarte.