Tras nuestra pequeña aportación al  Disruptive Innovation Festival (DIF) (y que podéis ver aquí), nos encontramos con que, para muchos, eso de la economía circular era algo totalmente ajeno, novedoso y que, además, no estaba para nada claro.

Con esta entrada te ayudaremos a centrar las ideas y que cuando oigas hablar de la economía circular no te suene a chino e incluso puedas participar en la conversación sin titubeos.

Empezamos por el principio: Economía circular, ¿y eso qué es?

La economía circular es una nueva forma de plantear nuestro sistema económico y de producción imitando, en cierta manera, el comportamiento de la naturaleza.

¿Recuerdas cuando, de niño, te explicaron en el colegio que las plantas crecían, servían de alimento a los animales herbívoros, éstos eran el alimento de los carnívoros y que los restos de todo ello servía también de “alimento” a la tierra para que las plantas pudieran volver a crecer? Era un círculo perfecto, nada se desaprovechaba y todo tenía una finalidad.

Pues la idea es esa misma, pero enfocada a los ciclos productivos y empresariales: que aquello que se cree o fabrique sirva, una vez estropeado o inútil, de materia prima para un nuevo producto (que no tiene porqué ser como el inicial) y que todo sea útil de nuevo. Es crear un círculo, similar al de la naturaleza, lo más cerrado posible (actualmente la tecnología existente no nos permite recuperar el 100% de todo, pero seguro que llegará). Por eso el nombre de “economía circular”.

En oposición a la economía circular, tenemos nuestro sistema actual, considerado lineal, o de “coger, fabricar, usar y tirar”, donde los recursos se malgastan y los residuos se aprovechan muy poco (en 2012, el 60% de los residuos municipales acabaron en vertedero).

Te lo aclaramos un poco más con un par de imágenes:

Sistema económico actual lineal

Sistema económico actual – Imagen original de: http://prevenblog.com/

 

economía circular

Economía circular – Fuente: Ellen MacArthur Foundation

¿Desde cuándo existe esto de la economía circular?

Lo más probable es que a ti te suene desde hace unos pocos meses, por algunos artículos en prensa u otros medios de comunicación y por la reciente publicación del paquete de medidas sobre economía circular de la Unión Europea. Pero es un planteamiento que lleva desarrollándose ¡desde los años setenta!

Existen multitud de autores y enfoques, desde la ecología industrial hasta la economía azul, pasando por el clásico “de la cuna a la cuna” o la biomímesis (imitar la naturaleza a la hora de diseñar productos o servicios, algunos tan increíbles como éstos), pero todos coinciden en el concepto de imitar los procesos naturales para el desarrollo de productos o servicios.

¿Por qué interesa a Europa este tema?

Es, básicamente, una cuestión económica. Europa quiere ser autónoma y no depender de terceros absolutamente en nada. Ni en la producción energética ni en la obtención de recursos y materias primas. Al fin y al cabo, si puedes conseguir esas cosas tú mismo, ¿para qué gastarlo comprándolo a otros países fuera de la UE?

Además, ya hay ciertos materiales que son muy difíciles (y por lo tanto caros) de conseguir y que son fundamentales para el desarrollo económico y, especialmente, tecnológico.

Europa ya empieza a verle las orejas al lobo y se ha dado cuenta (¡por fin!) de que no podía estar extrayendo recursos de la naturaleza de manera infinita y que hay cosas que se están terminando.

Además, este enfoque ayudará a generar empleo en nuevos sectores y a reducir las emisiones que tanto nos preocupan por el cambio climático.

Reciclando basura vs. Excavando agujeros

Reciclando basura vs. Excavando agujeros, ¿qué crees que sale más a cuenta?

 

Según las propias palabras de la UE:

La evitación de residuos, el diseño ecológico, la reutilización y medidas similares podrían aportar a las empresas de la UE un ahorro neto de 600 000 millones EUR, o el 8 % del volumen de negocios anual, reduciendo al mismo tiempo las emisiones anuales totales de gases de efecto invernadero en un 2-4 %. En los sectores de la reutilización, la refabricación y la reparación, por ejemplo, el coste de la remanufactura de teléfonos móviles podría reducirse a la mitad si fueran más fáciles de desmontar. Si se recogiera el 95 % de los teléfonos móviles, podrían obtenerse ahorros en los costes del material de fabricación superiores a los mil millones de euros.

El paso del reciclado a la renovación de los vehículos industriales ligeros, en los que los índices de recogida son ya elevados, podría ahorrar 6 400 millones EUR al año (alrededor del 15 % del presupuesto de materiales) en insumos de materiales y 140 millones EUR en costes energéticos, además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 6,3 millones de toneladas. (Fuente: http://europa.eu/)

¿Dónde puedo saber más?

Si aún tienes alguna duda, te dejamos un vídeo de la Ellen MacArthur Foundation (subtitulado en español) donde se explica muy bien en qué consiste ésto de la economía circular:

Si no tienes problemas con el inglés, te recomendamos estas publicaciones de la misma fundación: Towards the circular economy Vol. 1, Vol. 2 y Vol. 3 (y un montón de cosas más) pero si te da pereza, puedes descargarte el resumen ejecutivo de 2014 en castellano pinchando aquí.

Y también puedes preguntarnos directamente ¡o con un comentario a este post!