La economía circular ha llegado para quedarse. Nuestro modelo económico totalmente lineal, de usar y tirar, se está quedando obsoleto y necesitamos crear negocios sostenibles, resilientes y que aporten valor desde un punto de vista tanto ambiental como social.

Pasar de ese modelo lineal al circular requiere un proceso de transformación que se simplifica bastante cuando nuestro negocio ya es circular desde la base.
Por eso, aquí te traigo nueve ideas de modelos de negocio para que elijas cuál puede ser la más adecuada para ese proyecto de emprendimiento que tienes en mente.
Reparación
No te cuento nada nuevo.
Un aspecto clave de la economía circular es una mayor durabilidad de los productos. Ésto puede trabajarse desde el ecodiseño, pero también teniendo en cuenta la posibilidad de reparación.
La existencia de empresas de reparación es muy conocida, pero claramente ha ido sufriendo una paulatina desaparición, quedando casi en exclusiva reservada para grandes electrodomésticos o algunos aparatos electrónicos que nos duele un poco tener que comprar.
Quizá es hora de volver a abrir el abanico y plantear espacios para otro tipo de productos, no necesariamente electrónicos, que nos permitan prolongar la vida útil de nuestras adquisiciones.
Un consejo: si en tu región o ciudad hay un repair café, pásate a echar un vistazo para hacerte a la idea de lo que necesitarán tus futuros clientes.
Remanufactura
Quizá la palabra no te suene demasiado. Te lo explico:
La remanufactura es un proceso de restauración de un producto o componente para convertirlo en uno con, al menos, la misma funcionalidad y calidad que el original. Se parece a la reparación, con la diferencia de que el producto remanufacturado no tiene porqué volver de nuevo al comprador original, sino que se le da una segunda vida útil.
Este proceso requiere, lógicamente, mucha menos energía, agua y materias primas que crear un producto nuevo desde cero y, además, facilita que podamos obtener productos de calidad a precios más accesibles.
Una ventaja de este tipo de negocios es que genera una mayor fidelización del cliente puesto que se mantiene una relación mucho más estrecha con éste.
¿Quieres escucharlo en lugar de leerlo? Aquí lo tienes en formato podcast:
Reventa
Este modelo implica la utilización del mismo bien una y otra vez.
La reventa de productos, en especial en el sector textil, está repuntando poco a poco aunque no es el único sector en el que este modelo de negocio puede funcionar. Por ejemplo, puede hacerse con libros: la librería vende el libro, el cliente lo lee y lo devuelve a la tienda una vez terminado que se lo recompra y lo vuelve a poner de nuevo a la venta.
Como ves, puede adaptarse a casi cualquier cosa y desde luego te permite mantener clientes y que estos repitan sus compras en tu negocio.
Plataformas de intercambio
También llamado consumo colaborativo, estas plataformas utilizan la tecnología para aumentar el uso de todo tipo de bienes. En ellas, el propietario ofrece a otros usuarios el uso de aquello que está en su poder (y probablemente tenga en el trastero muerto del asco) a cambio de una compensación económica.
La dificultad de este modelo de negocio no está en la base tecnológica sino en conseguir monetizarlo adecuadamente, pero está creciendo muchísimo. Y como muestra, un botón.
Producto como servicio
Muy similar al anterior, la diferencia está en que es la marca o el fabricante quien ofrece la posibilidad a sus clientes de, en lugar de comprar, pagar por el uso del producto.
El usuario deja de ser propietario y pasa a «alquilar» el producto en cuestión.
Probablemente sea uno de los modelos que más está despuntando, en especial con productos que se usan de forma puntual y cuya adquisición implicaría un coste bastante elevado, como vehículos, maquinaria, herramientas…
A nivel de sostenibilidad, una de las ventajas que tiene es que de forma indirecta promueve un uso y consumo más eficiente y responsable. Poniendo un ejemplo con los coches, es más probable que una persona con uno lo utilice en trayectos en los que sería innecesario sólo por la comididad de tenerlo, mientras que si lo tienes que alquilar temporalmente, ya te piensas antes si merece la pena o no.
Residuo como recurso
Aunque en España este modelo tiene dificultades, por lo complejo de la legislación de residuos y todo lo relacionado con subproductos, no es así en muchos otros lugares.
Podemos optar por diferentes opciones dentro de este modelo.
Por un lado, considerar que nuestro producto use los residuos de otros, ya sea como fuente de energía, como materia prima o como parte de alguno de nuestros procesos. La otra opción es diseñar nuestro negocio de manera que nuestros residuos puedan ser aprovechados por los demás.
Elijas lo que elijas el resultado es claro: menos residuos que acaban en vertedero y mayor aprovechamiento de recursos. No suena mal, ¿verdad?
Recuperación de recursos
En uno de mis primeros post sobre economía circular, ya explicaba que empezaba a ser más rentable la obtención de ciertos materiales a partir de los residuos que directamente de la minería tradicional.
La cosa no ha cambiado. Como mucho, ahora es más rentable.
La escasez de materiales, sobre todo los utilizados en aparatos eléctricos y electrónicos, no es un tema baladí. Eso, junto con la problemática asociada a los vertederos legales, como en aquellos «espontáneos» que nuestros residuos generan en otros países, hacen de la minería urbana un modelo que lleva varios años siendo objeto de estudio y que se ve muy prometedor.
Suministros circulares
Se basa en el aporte de suministros que sean completamente renovables, reciclables o biodegradables y que, por tanto, ayuden a mantener la circularidad de los procesos y sistemas de consumo.
Su propuesta de valor reside en la sustitución de combustibles fósiles o de materiales críticos o escasos.
El objetivo principal de la economía circular es conseguir que los flujos de residuos vuelvan a la cadena de suministro como recursos, cerrando así el ciclo. Muchas empresas tienen dificultades para conseguir proveedores que les aporten elementos necesarios para sus procesos o productos que sean circulares. A lo mejor es el momento para que tú seas uno de ellos.
Extensión de la vida útil
¿No te parece que ahora todo se rompe o estropea demasiado pronto?
Es hora de diseñar, ecodiseñar más bien, para durar.
Ese es el objetivo de este modelo. si tu producto es duradero y está pensando para que maximice su vida útil, ya estás enfocando tu negocio hacia la economía circular.
Es importante que tengas en cuenta que extender la vida útil de un producto no implica que éste tenga que durar hasta el infinito. En función de qué se trate a veces alargar su vida más de lo necesario puede implicar un mayor consumo de recursos que hacer uno nuevo.
Es muy probable que, para saber cuál es la duración más adecuada de tu producto de forma que sea lo más beneficioso para el medio ambiente posible, necesites hacer algunos cálculos a partir de un buen análisis de ciclo de vida.
Como ves, existen muchas opciones a la hora de enfocar tu modelo de negocio de forma sostenible y circular. En envirall llevamos mucho tiempo trabajando y apoyando a emprendedores que quieran ser sostenibles desde la base así que si tú también te encuentras en esa situación y quieres que te ayudemos, ¡no dudes en preguntarnos lo que necesites!
Claro, simple, concreto. Me gustó.
Muchas gracias Fernando.
Excelente, personalmente todos los residuos orgánicos producidos en casa le hago un manejo ambiental adecuado, cuyo producto final es el compost el mismo que sirve como nutrientes para nuestras plantas.
Del mismo modo como ejemplo cito que la ropa ya usada en casa, no debería ser tomada como un desperdicio, si no más bien como una oportunidad de negocio circular para realizar diferentes obras de arte tales como: bolsos para el mercado, carteras, alfombras en fín todo lo que venga a nuestra imaginación. Gracias.
Fantástico Carlos, así es como deben plantearse las cosas. Gracias a ti por tu comentario.
Un saludo